Hermoso día para hablar de lo que es Boca. Su calor exquisito, sus pasiones deambulantes, recorriendo la Bombonera, palpando el alambrado. Una sola voz, un solo corazón. Vals romántico, baile tradicional, gritos delirantes, sonrisas refulgiendo. Un sol allá arriba, abriéndose paso entre las nubes; un sol acá abajo, saliendo de la manga. Y de repente todo es caos. Llueven globos azules y amarillos, tribunas inundadas por papeles, saludo ensordecedor por parte de los hinchas hacia aquellos once que besan el césped, corren al medio y nos devuelven el saludo. Algo que para ellos, quizá, sea mecánico, como algo que está establecido de antemano. Para nosotros es diferente. Nosotros, los hinchas, vemos en esos once la luz que anhelábamos en la oscuridad. Moribundos en la semana, el domingo volvemos a vivir. Y saltamos, y cantamos junto al resto, y La Boca es alegría, La Boca es carnaval. Cincuenta mil dentro, quince millones afuera. La familia más grande del mundo, compuesta por desconocidos, que comparten una sola cosa: el amor por Boca, el fuego consumidor aquel, que trepa por nuestra camiseta y nos abraza el alma. El templo estremeciendo Buenos Aires, sus veredas, sus calles, sus edificios. Vivimos entonces nuestra totalidad, estamos completos, rebosamos felicidad. Ya no necesitamos más. Porque en el correr de la semana, los días se hacen grises. Cuando uno presenció la luz de Boca, está condenado a vivir en la oscuridad cuando el Xeneize no está. Ni el sol más esplendoroso es capaz de alumbrarnos. Solo Boca. Le pertenecemos, nos pertenece, en una forma indescriptible que solo el hincha de Boca será capaz de entender. Porque Boca es nuestro escape, nuestro escape de la sociedad, de las avenidas neblinosas, de las calles carentes de vida. En Boca escapamos. No existen preocupaciones, los demonios quedan atrás. El azul y amarillo acuchilla la penumbra. Y volvemos a nacer.
Hermoso día para hablar de lo que es Boca, hermoso día para recapacitar lo importante que es. ¿Qué sería nuestra vida sin el azul y amarillo de esa camiseta? ¿Qué seríamos nosotros sin aquella basílica en Brandsen 805? Sombras. Eso seríamos. Sombras que se adaptan a la vida sin luz. Por eso hoy, 3 de abril del 2015, 110º aniversario del Club Atlético Boca Juniors, tomemos conciencia de eso. De lo que significa el cuadro de la Ribera. Y lo poco que seríamos sin él. Brindo por vos, Boquita querido. ¡Feliz cumple y gracias!