Boca cambió los nombres y el esquema, pero no el desempeño. Con otra pobrísima actuación, el Xeneize cayó por 1-0 en su visita a Estudiantes de La Plata, llegó a los diez partidos sin victorias, y convirtió esta racha en una de las peores de la historia del club.
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El 26 de mayo Boca derrotó por 3 a 0 a The Strongest en La Bombonera, con goles de Agustín Almendra y Sebastián Villa (el restante en contra), y avanzó de fase en la Copa Libertadores. Un partido que, a priori, poco dejó para ser recordado. Sin embargo, casi tres meses después vuelve a mencionarse. ¿El motivo? Aquella sigue siendo la última victoria de Boca.
Diez encuentros disputó el Xeneize desde aquel entonces, incluyendo la Copa de la Liga, Copa Libertadores, Torneo LPF y Copa Argentina. En ellos, el Xeneize cosechó ocho empates (tres se definieron por penales, con dos caídas y una victoria) y dos derrotas. Esta marca entró en la página negra de los récords del club de La Ribera, ya que igualó la del Campeonato de 1957, cuando el equipo dirigido por Bernardo José Gandulla registró seis empates y cuatro derrotas.
Los diez partidos sin ganar del Boca de Russo:
-0-0 vs Racing, semifinales de la Copa de la Liga Profesional (Racing por penales).
-0-0 vs Atlético Mineiro, ida de los 8vos de la Copa Libertadores.
-1-1 vs Unión, fecha 1 del Torneo LPF.
-0-0 vs Atlético Mineiro, vuelta de los 8vos de la Copa Libertadores (Mineiro por penales).
-0-0 vs Banfield, fecha 2 del Torneo LPF.
-0-2 vs San Lorenzo, fecha 3 del Torneo LPF.
-0-0 vs Talleres, fecha 4 del Torneo LPF.
-0-0 vs River, 8vos de Copa Argentina (Boca por penales).
-1-1 vs Argentinos, fecha 5 del Torneo LPF.
-0-1 vs Estudiantes, fecha 6 del Torneo LPF.
La falta de gol, uno de los motivos
La falta de una idea de juego, los constantes altibajos en los niveles individuales de los jugadores, y un entrenador que no encontró en ningún momento el camino para consolidar un equipo, justifican de sobremanera el flojo andar de Boca. Sin entrar en el juego de las causas y las consecuencias entre lo mencionado, hay un factor que termina siendo alarmante: la carencia de gol.
Boca convirtió apenas dos goles a lo largo de los últimos diez cotejos. Agustín Obando marcó en la igualdad 1-1 ante Unión en el debut en el Torneo LPF, y Edwin Cardona hizo lo propio ante Argentinos Juniors, por la quinta fecha. Justamente, este último puso fin a otra marca negativa: 599 minutos y la peor sequía goleadora en la historia de Boca.
El semestre anterior, tanto Franco Soldano (como Ramón Ábila en menor medida), fueron señalados por sus malos números de cara al arco. Esto derivó en la salida de ambos del club, sin embargo, Boca no pudo solucionar desde los nombres propios ese déficit.
Nicolas Orsini y Norberto Briasco llegaron como refuerzos, y mientras el ex Lanús apenas pudo disputar 91 minutos a raíz de una sinovitis que lo alejó de las canchas, el proveniente de Huracán, jugando fuera de su posición natural, aún no remató al arco en 458 minutos disputados.
Es verdad que las rachas, los números, y las estadísticas suelen ser frías, pero no dejan de ser un reflejo de una situación que se vuelve insostenible.