Boca no pudo ante Quimsa y cayó por 83-72, en el Templo del Rock. Con este resultado, se despidió de la atípica temporada de la LNB.
Como era de esperar, el inicio del segundo cotejo de la semi (Quimsa estaba arriba 1-0) fue muy parejo y friccionado: Con una pérdida de Mauro Cosolito y falta técnica al DT Sebastián González en 1'30", Boca consiguió sacar una pequeña distancia de 6 puntos (8-2) pero entre Robinson y Romero se encargaron de poner a los santiagueños abajo por 3 (12-9), restando 4'30". El resto del parcial fue bastante errático para ambos lados y finalmente cerró con una paridad de 16.
Un parcial de 10-0 para el Xeneize le dio confianza para afrontar los 14' que restaban para el final del partido, sin embargo, un tiempo muerto de González le cambió el chip a Quimsa y metió una ráfaga de 9-3 (29-28), aunque Adrián Boccia se encargó de llevar a Boca al descanso largo arriba por 36-30.
En el tercer cuarto apareció la figura de Cosolito que poco a poco fue llevando a La Fusión a reencontrarse con su mejor versión; entre Nicolás De Los Santos y Schattamann, le frenaron el envión y volvieron a escaparse a 7 (44-37). Al aporte del capitán Cosolito se le sumó Robinson y Baralle que hicieron un 12-0 (con cuatro triples consecutivos) y quebraron emocionalmente a El Xeneize, que en la ofensiva no logró jugar cómodo, mientras que su rival, sí lo hizo y cerró el segmento 57-52, a su favor.
El último cuarto era a todo o nada pero a Boca le costó 2' poder anotar nuevamente y Quimsa lo aprovechó para sacar 10 de distancia a falta de 6'57. El dominio santiagueño prevaleció hasta el final del cotejo, en tanto que Boca achicó a 4 (68-64) empero los extranjeros del rival se encargaron de estirar la diferencia a 8 (74-66) con 2'10" por delante. Con un goleo repartido Quimsa mantuvo el control y así sacó el pasaje directo a la final (aún resta conocer a quién se enfrentará de la serie entre San Martín (1) - San Lorenzo (0), que juegan mañana a las 18 horas).
En cuanto a lo hecho por el elenco Xeneize, cabe resaltar el gran trabajo realizado a lo largo de una temporada atípica, con un plantel reducido a 8 jugadores mayores y dejando los colores, después de muchos años, entre los mejores cuatro del país.