En los últimos 4 años Boca incorporó más defensores centrales de los que vendió, y así y todo nunca pudo afianzar una dupla que le brinde seguridad y confianza al equipo. Un problema central que arrastra hasta la actualidad.
A 5 días de la reanudación de la Superliga, la primer competencia oficial en la que el Boca de Gustavo Alfaro saldrá a escena, la comisión directiva del conjunto de la Ribera, junto al Director Deportivo Nicolás Burdisso, no están conformes con los defensores que poseen en el plantel. Y si bien en el mercado de pases actual llegó Junior Alonso, la salida de Lisandro Magallán (titular en el ciclo de Guillermo) y Leonardo Balerdi -dos grandes ventas para el club- aumentó la preocupación del entrenador, por lo que el Xeneize continúa buscando alternativas.
Que los equipos se arman de atrás para adelante, no queda ninguna duda. Pero... ¿Por qué Boca incorporó a 9 centrales y nunca pudo afianzar una dupla en los últimos 4 años? Sin lugar a dudas se trata de un problema central que impactó en el rendimiento del equipo y en su performance durante la competencia internacional.
La increíble estadística comienza con la llegada de Alexis Rolín en el 2015 a cambio de 500 mil dólares por un préstamo desde el Catania de Italia. El uruguayo disputó 15 partidos, siendo de ellos 13 en condición de titular. Hizo dupla junto al "Cata" Díaz primero, y luego con Fernando Tobio. Su debut encima fue tardío debido a un desgarro. Además, nunca pudo afianzarse en el puesto. Duró una temporada.
Junto a Rolín también se había dado la llegada de otro marcador central: Marco Torsiglieri, proveniente del Metallist de Ucrania. El ex defensor de Vélez completó 17 partidos y solo en uno de ellos ingresó desde el banco. El zaguero zurdo había formado una linda sociedad con el "Cata" Díaz, pero todo se quebró cuando el "Vasco" Arruabarrena lo descartó para jugar la revancha de la Copa Libertadores 2015 ante River. Con la eliminación posterior, el jugador -que había llegado en condición de jugador libre y su préstamo estaba vigente hasta fin de año- armó las valijas antes de tiempo y se fue, a mitad de año, al fútbol mexicano en busca de continuidad.
Tras la baja de Torsiglieri, Boca se movió rápidamente en el mercado de pases y a mitad del 2015 encontró a Fernando Tobio, otro ex Vélez. El joven defensor llegó a préstamo por dos años con una opción de compra elevada (spoiler: el Xeneize no la utilizaría). Y se podría decir que fue una de las grandes incorporaciones durante los últimos años, ya que mientras sus acompañantes iban rotando, él se afianzaba en el puesto: primero compartió con el Cata, luego algunos pocos minutos con Rolín. Después jugaría con Insaurralde y finalizaría con Magallán y Vergini. En total jugó 50 partidos, de los cuales 42 fueron en condición de titular. Hoy a sus 29 años defiende la camiseta del Toluca mexicano.
A comienzos del 2016, se daría el retorno de una pieza clave durante la etapa de Julio César Falcioni en Boca: Juan Manuel Insaurralde. El chaqueño firmaría por dos años y medio a cambio de 1 millón de dólares por el 100% de su pase, un contrato que -otro más- no llegaría a buen puerto. Si bien disputó 47 partidos (42 de titular), perdió terreno por una grave lesión en su aductor derecho y en su regreso, nunca pudo volver a mostrar su buen nivel. Guillermo Barros Schelotto lo relegó a la Reserva y nunca más vió minutos en primera. Rescindió contrato a fines de enero del 2018 y hoy su carrera está en Colo Colo.
Pero los meses continuaron y a mitad de 2016 Boca sumaría a dos jugadores más para rearmar su dupla central: regresó del préstamo Lisandro Magallán de Defensa y Justicia y se sumó Santiago Vergini (contrato por 3 años a cambio de 700 mil dólares). En este contexto, en un año, Guillermo utilizó varias duplas y nunca encontró la ideal, todo esto en medio de una Copa Libertadores que se le escaparía al Xeneize gracias a una derrota catastrófica ante Independiente del Valle. Las duplas en cuestión eran: Tobio - Insaurralde; Tobio - Magallán; Tobio - Vergini; Vergini - Insaurralde...
Y en ese vaivén de parejas centrales, en junio de 2017 llegaría Paolo Goltz, referente y una de las figuras del América de México. Ah, y un viejo conocido de los mellizos. Acá parecía que el conjunto azul y oro encontraría un equilibrio defensivo, abrochando con esta dupla el bicampeonato del fútbol argentino. Pero Guillermo volvería a traer a otro viejo conocido, Carlos Izquierdoz, quién le robaría el puesto a Goltz y sellaría la dupla definitiva que llegó a la final de la Copa Libertadores 2018.
El "Cali" fue sin lugar a dudas una de las mejores incorporaciones durante el último tiempo. Referente y voz de mando, incluso con la capacidad de potenciar a sus compañeros de la última línea del equipo. Hoy es titular indiscutido y la duda principal pasa por quién será su compañero. Ante la reciente llegada de Junior Alonso, Gustavo Alfaro aún no está conforme con sus defensores y se abre el interrogante. ¿Cuál es el déficit por el cual Boca no logra encontrar su saga central ideal?
A modo de conclusión, la falta de un proyecto deportivo a largo plazo y las falencias a la hora de remarcar un estilo de juego fueron fundamentales para que Boca rote constantemente y no encuentre el potencial a cada uno de sus zagueros adquiridos. Ahora, con la incorporación de Burdisso al frente del fútbol y la contratación de un técnico como Alfaro, esperemos ver a un equipo que salga de memoria. Y obviamente, no arrastre el problema central de años anteriores.