El exjugador e ídolo de Boca, Rolando Schiavi, pasó por ESPN FC y dio su opinión sobre los incidentes el jueves 14 ante River en la Bombonera, en la vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores.
«Este tipo de cosas no tendrían que suceder. Hay que dar el ejemplo y suspender a estos tipos que no merecen llamarse hinchas de Boca. Por culpa de diez te suspenden la cancha y perdés la posibilidad de clasificar. Hay que suspenderlos de por vida, no tienen que venir más a la cancha», aseveró.
«Cuando vamos a cualquier cancha, cuando entramos y salimos, hay que saludar. De local o de visitante. Es obligación saludar a toda la cancha. Después que cada interprete lo que quiera, es problema de cada uno. Estando en Boca, tenemos la obligación de saludar a la gente», agregó el DT xeneize de las inferiores, a propósito del polémico saludo de los jugadores de Boca hacia los hinchas, momentos después de lo acontecido.
Por otro lado, comentó en referencia a las falencias de seguridad aquel día: «Si Boca paga mil trescientos policías y si pasa lo que pasó, estamos en problemas. Yo no creo que se necesite tantos policías. Si llegamos al límite de necesitar tantos cuando toda la gente es local, entonces hay que parar la pelota y tomar otras medidas. Si hay que parar el fútbol para que esto termine, hay que pararlo. Los dirigentes tienen que ponerse el overol y pensar en el jugador».
«Yo creo que Boca viene haciendo bien las cosas. Los primeros cuatro meses fueron fantásticos, perdió solamente un partido. Hoy no se habla de eso, se habla de otra cosa y no es lindo», siguió el Flaco.
«El periodismo y los dirigentes tienen que sacarse un rato la careta, porque esto viene pasando hace un tiempo, y no sancionaron anteriormente este tipo de cosas como lo están haciendo con Boca. Quieren hacer un ejemplo con Boca y con lo que pasó antes no se hizo nada. Me duele por ser hincha y que hoy nos toque eso, que seamos noticia por la cosa desagradable que pasó», expresó.
Para cerrar, hizo una reflexión: «Nosotros somos jugadores, no asesinos; vamos a jugar un partido, nada más. No podemos ir como presos a un partido. Al que tire una piedra, que tire algo, lo suspendés de por vida, no pisa más la cancha. De última, la gente buena podrá seguir yendo, la gente mala lo tendrá que ver el partido desde la casa. Sino va a ser un viva la pepa hasta que un día maten a un jugador y ahí recién vamos a reaccionar. Si estamos a tiempo de hacerlo, ¿por qué no lo hacemos ahora?»