Boca de visitante es otro equipo, la tónica que se buscaba dejar atrás en el ciclo Almirón reaparece con Diego Martínez. ¿Habrá mejoría?
El Xeneize solía durante el ciclo de Jorge Almirón mostrar dos caras: de local el compromiso e ímpetu eran otros, mientras que a la hora de salir de La Bombonera los partidos se tornaban más complicados de lo que debían. Con pena y sin gloria, el ahora DT de Colo Colo dejó el club y fue Diego Martínez quién esperaba deshacer esta racha negativa fuera de casa.
Si bien Boca ha vuelto a demostrar que con su gente suele dar otra imagen, la realidad es que el pésimo partido en Mendoza agudizó la situación al poder contar con una gran cantidad de hinchas que como siempre, cantaron. Así, la igualdad dejó un mal gusto y dejó en claro que el ex Tigre no ha podido lidiar con este problema.
Desde su llegada al club, Martínez sabe que en La Bombonera es dónde ha dado sus mejores versiones. Un total de 15 juegos, con 10 victorias, cinco empates y ninguna derrota. Incluso, el juego que mostraba el equipo superaba la versión fuera de casa y quizás el único partido dónde se notó mucha disconformidad fue en la parda con Barracas Central.
Boca de visitante, otro equipo
Aquí la cosa cambia y para mal. Porque fueron más apariciones las que se hicieron lejos de La Bombonera, y es dónde Boca ha fallado. En condición de visitante, Boca disputó 17 juegos y los números son muy poco alentadores.
El Xeneize ha podido lograr solo cuatro victorias: ante Tigre y Newell's por la Copa de la Liga, frente a Central Córdoba por la LPF y contra Sportivo Trinidense en la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
También, de visitante Boca cuenta con siete empates. El estreno oficial del técnico ante Platense, el recordado 1 a 1 ante River en el Monumental por la Copa de la Liga. Por Sudamericana, igualó ante Nacional de Potosí e Independiente del Valle. Ya por el actual certámen que disputa, Independiente Rivadavia, Defensa y Justicia e Instituto fueron los restantes.
El número que más ruido hace es el de las caídas. Porque son seis, y si bien son más que las victorias pero menos que las igualdades, las mismas tuvieron efectos negativos. De la Copa de la Liga, sumó caídas con niveles muy bajos ante Lanús, Unión y Estudiantes. En la Copa Sudamericana solo cayó ante Fortaleza, en un 4 a 2 que parecía insólito por el desarrollo del juego. Finalmente, en la LPF los traspiés no frenaron. Derrota ante un débil Platense, así como también ante Atlético Tucumán en el debut.
¿Qué falla?
La realidad es que si Martínez no ha encontrado aún la respuesta, mucho menos nosotros. Pero si parece ser que al no contar con el público a favor, no hay manera de hacer reaccionar a varios jugadores.
Ni los viajes largos son excusas, ya que las derrotas son en estadios que lejos están de suponerle un viaje desgastante al plantel. Que si, que hubo más factores que afectaron el rendimiento de Boca de visitante como lesiones, suspensiones y convocados a sus respectivas soluciones, pero al final del día, en un plantel con tanta jerarquía, es difícil no terminar de tomarlas como excusa ante las obligaciones que tiene el conjunto más grande del país y el continente cada vez que sale a representar fuera de La Bombonera.