Una tarde con muchas cosas para analizar, fue la que se vivió ayer en La Bombonera. Boca venció a Olimpo por 3 a 1, pero hubo momentos en los que al equipo se lo vio muy incomodo en la cancha y con algunas distracciones en la parte defensiva. En el arranque del nuevo torneo de 30 equipos, el Xeneize quiso demostrar para que estaba y por momentos lo pudo hacer. Orden, conexión, presión y despliegue fueron algunas de las características favorables que mostró el equipo en el desarrollo del partido, pero nuevamente las desatenciones en la zona defensiva pusieron en evidencia algunas falencias que venían del torneo pasado. Igualmente el nivel de la defensa ha mejorado y mucho con la llegada de Torsiglieri y Monzón, pero Cata Díaz y José Fuenzalida tuvieron muchos altibajos. En el caso del chileno es un poco comprensible ya que su posición habitual es la de volante por la derecha y no la de lateral, aún así su despliegue es más que interesante para el Vasco Arruabarrena.
En lo que respecta de mitad de cancha hacia adelante la cosa cambia y mucho. Gago de apoco está volviendo a ser Gago, Cubas pareciera que tiene 1000 partidos en primera con la camiseta Xeneize y Pablo Pérez entendió a la perfección lo que es jugar en Boca. Cada uno cumpliendo a rajatabla la función que le corresponde y dando una mano en defensa cuando las circunstancias lo ameriten. Otro dato importante es que ninguno de los 3 mediocampistas ha tenido un rendimiento bajo desde el verano a estos días y eso en el juego del equipo se nota. En lo que refiere a los delanteros, Martinez no termina de convencer, todos conocemos sus gambetas y su explosión, pero siempre le falta ese golpe de horno para mostrar todo de lo que es capaz. Calleri es un párrafo aparte en esta ecuación, si bien no convirtió, su trabajo para pivotearle la pelota a sus compañeros y aguantarla arriba solo es excelente, hace el trabajo sucio como ninguno. Con el Pachi nos pasa algo raro, en momentos es crack, en momentos desaparece, pero él se las arregla para ser siempre opción de pase y arrastrar marcas en una defensa cerrada.
A la hora del recambio, el Vasco se puede quedar más que tranquilo. Ingresaron Burdisso, Palacios y Lodeiro. Todos con muy buenos rendimientos. Guille se acopló a la perfección en la última línea y no se equivocó nunca, Seba fue una explosión de adrenalina que resolvió el partido y Lodeiro tuvo su debut de fuego. El uruguayo se paró bien de enganche, asistió correctamente y mostró toda su jerarquía gambeteando y conduciendo. El partido lo terminó ganando Boca y eso es lo importante. Se vieron los nervios y desacoples normales del debut, pero si algo es seguro, es que el equipo sabe a que quiere jugar y recibe de la mejor manera el mensaje del DT. Habrá que ir aceitando algunos puntos específicos, pero en líneas generales al equipo se lo vio bien y muy ambicioso. El camino es largo, y si bien Boca debe ser protagonista con el plantel que tiene, las ilusiones de todos sus hinchas están intactas, y por supuesto aspiran a que se pueda levantar la tan ansiada 7° Copa Libertadores de América.