Con la cancelación del torneo, la cláusula para renovar contrato de un jugador importante obliga a Boca a buscar otros medios de renovación.
Desde el Consejo de Fútbol, el parate sirve para que, mediante conversaciones y bajo el ojo observador de Juan Román Riquelme, el plantel quede armado de la mejor manera ante la vuelta de la competencia oficial una vez el mundo deje atrás la pandemia que mantiene toda actividad deportiva detenida en la mayoría del mundo.
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Con la intención de reforzar al último campeón de la Superliga, el plan es incorporar sólo jugadores de calidad y poder retener al plantel actual. El caso en particular que analiza hoy el equipo encargado es el de Mauro Zárate.
El ex Vélez, que dejó la idolatria en el club que lo vio nacer para encontrar la gloria con la azul y oro, termina su contrato en junio. El delantero ya ha expresado su deseo de continuar en el equipo que hoy dirige Miguel Ángel Russo, alguien que también considera al ex Lazio como una pieza importante.
Si bien el contrato se podría haber ampliado automáticamente un año más en caso de que el jugador haya disputado más del 50% de los encuentros en la temporada, las lesiones y el parate obligado por el COVID 19 hacen que desde el Consejo de Fútbol y la CD busquen la alternativa a realizar un nuevo vínculo, independientemente de dicha cláusula.
Misión que parece sencilla, ya que el deseo del jugador, el cuerpo técnico y dirigentes sería el mismo. Salvo algún giro inesperado e inoportuno, habrá Zárate para rato en Boca.