Tras la derrota ante el Xolos, Gustavo Alfaro se retiró molesto del Estadio Caliente por el resultado y las lesiones. Además dejó en claro que le afecta la falta de refuerzos.
El resultado podría haber sido anecdótico, pero Gustavo Alfaro se retiró muy ofuscado del Estadio Caliente de Tijuana. Pese a la derrota, el entrenador mostró su preocupación principalmente por las lesiones -Benedetto, Goltz y López- y el pobre mercado de pases que desarrolla el conjunto de la Ribera.
En primer lugar, sobre el partido, analizó:
"Desde lo futbolístico, algunas cosas las intentamos, otras nos costó. Nos faltó movilidad y armonía, ser un equipo más compacto como lo habíamos mostrado en los amistosos anteriores. Lástima el gol al final".
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Y agregó:
"Fue un balance negativo. Sabíamos que el contexto en el que se iba a jugar este partido no era el ideal y me termino llevando tres jugadores lesionados. Sabíamos que estábamos en un pico muy alto de fatiga y un esfuerzo muy grande, por eso la decisión de armar dos equipos y no exponer demasiado a los jugadores. No me gusta perder a nada, más allá de que sea un amistoso".
¿Y el mercado de pases? Alfaro no pudo disimular su bronca y fue contundente con su respuesta:
"Tomo las situaciones cómo están. Sé que hemos hecho los esfuerzos para tratar de conseguir los refuerzos y por el momento no se ha podido. Obviamente que trato de mantener la calma y centrarme en este plantel , pero hay cosas que me faltan, es así. Eso hace que la eliminatoria que se avecina con Paranaense va a ser realmente muy dura para nosotros".