La Boca es alegría, La Boca es carnaval. Ante la lluvia de críticas por el rendimiento del equipo, el Xeneize, una vez más volvió a demostrar que es el más grande del país. No hay buen juego que valga ante la eficacia en los mata-mata. Séptima definición de Battaglia, séptimo triunfo. El equipo se hizo fuerte y goleó por 3 a 0 a Tigre en la final de la Copa de la Liga.
En un primer tiempo muy reñido, con un juego cortado y con un gol anulado, se terminó definiendo en el último segundo con el cabezazo de Rojo. Ya en el complemento, en la misma sintonía que los primeros 45’, Boca creció, manejó los hilos y terminó goleando a un equipo que era la revelación. El recambio en el banco de suplentes le dio aire al plantel para recuperar fuerza, para volver a ser dominador y sellar la victoria. El análisis uno x uno:
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Agustín Rossi (6): Muy poca participación. Espectador de lujo. Recién sobre el ST tuvo movimiento. Rechazó con los puños ante un centro por izquierda y una excelente respuesta ante el remate de Retegui.
Luis Advíncula (7): Partidazo del peruano. Llegó a Boca para salir campeón y lo logró, primer objetivo adentro. No se proyectó hasta el fondo como nos tiene acostumbrados, pero fue muy sólido en el carácter defensivo. Con lo justo salió al cruce contra Colidio que llegaba sólo. Atento para anticipar las jugadas.
Carlos Izquierdoz (8): Gran partido del capitán. Voz de mando en el fondo. Firme y seguro para bloquear un remate de Retegui. Intuición para saber cuándo cortar y atento ante los movimientos del rival. Ganó de arriba y de abajo. Nunca lo pudieron pasar, una auténtica muralla. Se recuperó en tiempo récord y volvió al nivel previo a su lesión.
Marcos Rojo (7): Correcto encuentro del segundo marcador central. Firme, salida limpia y ganador de muchos duelos aéreos. Subió para todos los córners y cada vez que lo buscaron ganó. Sobre el final del PT, saltó más alto que tres defensores y con un cabezazo fulminante le venció las manos a Marinelli para el 1-0.
Frank Fabra (9): La gran figura de la cancha. Fue la reencarnación de Roberto Carlos. Cada vez que se proyectó buscó filtrar pase tanto hacia el medio como hacia fuera. El complemento del colombiano fue una locura. Recibió en el medio, condujo y en dos toques sacó un bombazo inesperado para poner el 2-0.
Guillermo Fernández (7): Entrega, sacrificio y recuperación. Se complementó muy bien con Varela para alternar alturas. Así como marcó, también fue inteligente a la hora de presionar la salida de Tigre. Le aportó pausa y dinámica al mediocampo.
Alan Varela (7): Battaglia encontró en él a su ‘5’ predilecto. Siempre bien posicionado. Atento para cuidar sus espaldas para evitar los pases filtrados. Fue el que más pelotas recuperó. Cada vez que lo atacaron, mano a mano, los ganó.
Óscar Romero (7): Prolijo. Parado a la izquierda de Varela buscó varios lanzamientos a la espalda de Blondel para las subidas de Villa. Con el ingreso de Ramírez cambió de banda donde recibió varias infracciones y perdió peso en el mediocampo. Durante parte del encuentro, perdió un tiempo para pensar y lo comieron varias veces.
Eduardo Salvio (6): De mayor a menor. Buenos arranques. Durante el PT fue el más determinante en el ataque Xeneize. Pegado a la línea de cal, inventó una fabulosa jugada para sacarse de encima a los marcadores con gambetas y caños. En el complemento, perdió ritmo y salió reemplazado.
Darío Benedetto (6): La primera que le quemó cómoda la mandó adentro, pero se lo anularon por un milimétrico offside. Se metió entre los centrales donde le tocó pelear mucho. Salió del área para rebotar y abrir espacios. Demostró toda su categoría y bajó una pelota sensacional para Villa. Sacó a pasear a Blondel.
Sebastián Villa (6): Desequilibrio por izquierda. Tuvo un exquisito tiro libre que tenía olor a gol y obligó a la estirada de Marinelli. Se transformó en el gran asistente de la noche. Primero en el gol anulado al Pipa, después en el córner preciso para el gol de Rojo y en el final del partido con otro centro para la aparición de Vázquez.
Juan Ramírez (6): Con su ingreso le dio aire y respiro al mediocampo Xeneize. Cuando estaba siendo superado, tomó la pelota y condujo varios ataques.
Luis Vázquez (7): ¡EL 38 ESTÁ CARGADO! Entró sobre el final y la primera que tuvo la embocó. Apareció sólo por detrás de todos los defensores y con un testazo infernal decretó el 3-0 final.
Aarón Molinas, Cristian Medina y Jorman Campuzano (-): Pocos minutos para ser evaluados.