Sin ideas, Boca se quedó sin final. Fue 0 a 0 ante un Racing que no pateó al arco y cayó eliminado en los penales. Fallaron Tevez y González.
Por las semifinales de la Copa de la Liga Profesional, Boca cayó eliminado en los penales ante Racing tras empatar 0 a 0 en el Estadio San Juan del Bicentenario.
Sin ideas, así jugó el equipo de Miguel Ángel Russo un pase a una final. Ni la pesadilla ante Santos en Brasil en la pasada edición de la Copa Libertadores de América se asemeja a lo hecho en el campo de juego hoy.
Había que empeorar, en una misma instancia, la actuación de esa goleada en contra que dejó a todos preocupados. El rendimiento fue malo, ante un rival que a diferencia del conjunto brasilero, nunca propuso.
La jerarquía de Boca nunca se había hecho presente, ni Edwin Cardona ni Carlos Tevez hicieron pesar su calidad, la cual parecían haberla dejado en Buenos Aires, ni tampoco encontró en alguna posición cómoda a Sebastián Villa y sus incansables diagonales.
¿Y Racing? Absolutamente nada. El equipo de Juan Antonio Pizzi no se acercó nunca con claridad al arco de Agustín Rossi salvo por algún remate aislado de Tomás Chancalay, que con poco fue la única carta de peligro de un equipo que desde que Darío Herrera había pitado el inicio, parecía estar preparando los tiros desde el punto de penal.
Tan sólo un tiro libre de Tevez al final, con un posterior corner otorgado por Gastón Gómez que finalizó en una volea de Frank Fabra, nuevamente controlada por el arquero del conjunto albiceleste.
En los penales, Rossi cumplió deteniendo el remate de Fabricio Domínguez, pero no pudo ante las ejecuciones de Matías Rojas, Lorenzo Melgarejo, Chancalay ni la de Enzo Copetti.
Tevez estrelló su remate en el travesaño, Sebastián Villa cambió por gol, Diego González vio su remate contenido por Gómez y Cristián Pavón, quien ingresó para patear los tiros desde el punto de penal, cumplió convirtiendo.
Paupérrima imagen de un equipo que se quedó sin ideas ante un rival que nada hizo, pero jugará una final. Habrá ahora que recargar las pilas, encontrar una identidad y armar un plantel a la altura de los desafíos por venir, ya que Boca jamás debe dar una perfomance tan pobre como la de hoy.