Por la quinta fecha del Grupo H de la Copa, Boca y Libertad empataron sin goles en La Bombonera. Con este resultado, el Xeneize se clasificó a los 8vos.
En el regreso a casa, sumada también a la vuelta de Miguel Ángel Russo al banco de suplentes, el Xeneize fue de mayor a menor en la primera parte.
Una media hora de furia, liderada por los talentos individuales de Carlos Tevez y Eduardo Salvio, el equipo pudo haber encontrado la apertura del marcador, aunque solo logró hacer figura a Martín Silva, el pilar de Libertad.
Dos situaciones del Apache, dos de Franco Soldano y una de Lisandro López tras una pelota parada, tuvieron la gran reacción del arquero uruguayo, quien con su gran despliegue en el arco terminó ahogando cualquier posible grito de gol. La más brava terminó siendo la del delantero ex Unión, quien quedaba mano a mano tras un exquisito pase de Carlitos.
Boca buscaba seguir atacando, pero quedaba totalmente desarmado en la rápida salida de Libertad, quien hizo lucir en una ocasión a Esteban Andrada tras un remate de Bareiro.
El complemento, con un inicio aún más flojo que el final del primer tiempo, obligó a Russo a mover fichas en el tablero para buscar el triunfo.
Edwin Cardona reemplazo a un Agustín Ovando en levantada, mientras que Walter Bou ingresó por el errático Soldano. Con una clara mejoría, con el gran despliegue de la Panterita y el exquisito manejo del balón del colombiano, obligaron al entrenador a buscar, con sus variantes, otra manera de llegar al gol.
Fue así que se produjo el ingreso más esperado por todo el Mundo Boca: Mauro Zárate ingresó por un Tevez que fue perdiendo peso en ataque, con la idea de encontrar la llave del gol que tanto se le negaba.
Un fierrazo de Frank Fabra que reventó el palo y nuevamente el intratable Silva ante los remates de Guillermo Fernández y Edwin Cardona, terminaron siendo lo más destacado de un empate que deja un sabor agridulce.
La clasificación a octavos es un objetivo cumplido, pero la falta de eficacia será el problema a corregir de cara a futuro.