Mientras muchos siguen sin tomarle el gusto al único puntero de la Superliga, Boca sigue con su camino: Derrotó a San Lorenzo de visitante.
Por la séptima fecha de la Superliga Argentina de Fútbol, Boca derrotó a San Lorenzo por 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro. El equipo de Gustavo Alfaro parece que no le gusta a nadie, para los expertos de turno no es más estético que el River de Marcelo Gallardo, ni que el Racing de Eduardo Coudet y lejos está de calcar al Manchester City de Pep Guardiola, ¿pero a quien le importa?
El Xeneize gana, se encamina derecho en una Superliga en la cual es el único líder. Es solido, no tira chiches pero tampoco deja que los demás lo hagan. Es molesto, trabaja sucio y desencaja a los rivales. Genera, porque los partidos se ganan con goles y Boca lástima. No le convierten, porque en su arco tiene a un prodigio de la materia: Esteban Andrada.
Si bien San Lorenzo arrancó mejor, el conjunto azul y oro encontró el orden en un campo de juego con dimensiones grandes y empezaba a trabajarlo: Corrigió los espacios que dejaba y tomó la pelota. La sociedad de Emanuel Reynoso y Alexis Mac Allister marcan el ritmo una vez encontrados en el campo de juego, pero el ex Argentinos es la que aportaba el riesgo. Grave error de Mauro Vigliano, que anulaba el primero tras un cabezazo digno de comprar con Martín Palermo. Franco Soldano convertía, pero un offside inexistente canceló la ventaja.
Boca tenía revancha, porque si Mac Allister anda fino, encuentra en el área a sus compañeros, y fue Lisandro López quien se elevó más que todos para abrir el marcador. Se tomó el escudo y lo gritó como un bostero más, en un lugar que de haber, lo había infiltrado:
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El complemento fue la frutilla del postre. Ni Juan Pizzi entendió como su equipo empezó dominando y terminó molesto. Ningún fanático de San Lorenzo entendía que pasaba. Boca lo molestó, lo hizo sentir incomodo. Ni los hermanos Romero, ni la promesa latente que es Adolfo Gaich pudieron romper el equilibrio de este equipo, aunque si lo lograba, 'Sabandija' Andrada estaba listo pese a haber mostrado su versión de invencible con una molestia en el aductor.
Alfaro leyó lo que faltaba: Más potencia para cerrar la historia. Carlos Tevez, Eduardo Salvio y Jan Hurtado. Estos dos últimos, en especial el 'Toto', cerraban esta bella historia: El ex Benfica demostró que no es uno más en el fútbol argentino, es distinto y lo plasmó, que sentó un rival, se filtró entre dos y habilitó al venezolano, quien por fin se dio el gusto de convertir con la azul y oro:
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¿En serio no les gusta Boca?, mejor. A nosotros si, porque gana, porque nos genera confianza ante cualquier rival y, la mayor razón, a ustedes les molesta... ¡Y QUE FELIZ NOS PONE ESO!
