Eduardo Salvio fue presentado junto a los otros dos refuerzos de Boca, donde aseguró que se muere de ganas por jugar ante Paranaense.
El último de los refuerzos al caer, Eduardo Salvio, volvió a hablar, pero esta vez a sala llena y junto a sus dos compañeros nuevos, Jan Hurtado y Alexis Mac Allister. En conferencia, "Toto" primero volvió a remarcar su deseo de formar parte del equipo que enfrentará el próximo 24 de julio a Athletico Paranaense por la ida de los 8vos de final de Copa Libertadores:
“Soy optimista, quiero estar en la cancha y ayudando al equipo. Como dije ayer, estoy disponible para el entrenador. Es una decisión ponerme a jugar en Brasil o no”.
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Además, agregó:
“Me veo jugando el miércoles en Curitiba, estoy disponible, estaba mentalizado de que no iba tener mucho tiempo de adaptación. No hay días, es llegar, entrenar y estar a disposición. Lo estoy, tengo muchas ganas de debutar con esta camiseta”.
Proveniente de una familia muy bostera, Salvio reveló el rol importante que cumplieron sus padres para su llegada a Boca:
“No sé cuántas veces me llamaron ni cuantos mensajes me enviaron mis padres para que vuelva. Me preguntaban, cuando venía, cuando se cerraba todo. Ya estoy acá, estamos cumpliendo un sueño juntos”.
El jugador ya estuvo entrenando con todo el grupo en Casa Amarilla y ya tuvo una charla con Alfaro:
“Pude hablar con Gustavo, no tanto de lo táctico, pero sí sé dónde él quiere que juegue. La forma de jugar el equipo, estos días me iré incorporando mejor al juego que quiere él, sus ideas que tiene conmigo”.
Para finalizar, y en una nota junto a la “Tota” (su mamá), cerró demostrando sus ganas de jugar en Boca y de querer dejar lo mejor de él para el club:
“Hace dos años tuve la posibilidad de venir a Boca, pero pensé que no era el momento. Esta vez no lo podía dejar pasar, es único vestir estos colores y llevar este escudo en el pecho”.