No fue lo esperado, y si bien no ha quedado lejos de la pelea del torneo ni mucho menos, Boca ha dejado la sensación de que dejó pasar un tren que difícilmente pueda volver a pasar. El empate sin goles en La Bombonera ante Huracán lo deja cómo líder con Gimnasia, que jugará mañana.
El Xeneize volvió a tener una regresión no sólo en lo colectivo, también desde la actitud ya que no demostró ni la ferocidad ante River ni ese hambre de triunfo que tuvo en la Fortaleza ante Lanús. Y las soluciones que intentó Hugo Benjamín Ibarra no dieron resultados.
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Desde el inicio insistió con un Darío Benedetto que no se lo notaba bien desde lo físico y luego quedó en evidencia con la salida en el entretiempo después de una floja primera parte. Si bien Luis Vázquez demostró ser un acierto, aunque faltaba mucho por mejorar.
No fue ni la tarde ni la noche de Boca, que en una Bombonera repleta pese a las complicaciones de un lunes en el horario que se disputó, estuvo a la altura de las circunstancias nuevamente. El Globo, por su parte, rescató una unidad que le permite ilusionarse con la pelea por el torneo.
El Xeneize, por su parte, deberá esperar que el Lobo no sume unidades ni tampoco los tucumanos, así podrá cerrar la fecha con una mejor sensación. Y sobre todo, empezar a buscar las formas de mejorar táctica y mentalmente, ya que este pobre empate debe alertar a un grupo cuestionado, que tiene la chance de lograr una estrella más en un año poco grato.
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