Boca y River definían el título correspondiente a la Cuarta División de la Superliga Juvenil. Perjudicado por los árbitros, el Xeneize terminó cayendo en los penales luego de un empate 2-2 en los 90'.
En La Paternal -Estadio Diego Armando Maradona-, Boca y River se enfrentaron por la final de la Superliga Juvenil de la Cuarta División. Apostando a la contra y la velocidad de Israel Escalante, el conjunto de Héctor Bracamonte no pudo sellar su superioridad tras ir dos veces venciendo.
En el amanecer del partido, Escalante fue el encargado de abrir el marcador para Boca, pero la alegría duraría poco. Menos de diez minutos luego del tanto del puntero, Nuñez pondría la paridad en el encuentro para River. Los de Bracamonte permanecieron con las ideas claras, y con un gran contra golpe, Israel terminó mano a mano con el arquero, lo eludió y anotó el segundo, tanto para el Xeneize como para su cuenta personal. Sobre el final de la primera etapa, el árbitro expulsó a Vega por doble amarilla.
Recién comenzado el segundo tiempo, Escalante recibió un manotazo en su cara sin pelota, pero para el colegiado, a su juicio, fue solamente para amarilla. A partir de la expulsión Boca se dedicó a aguantar, parándose 4-3-2. De esta forma, pasó el complemento sin grandes sobre saltos.
Ya en el alargue, con la mayoría de los jugadores extenuados, Ramos Mingo agigantó su figura tapando varias veces lo que podría haber sido el gol de la victoria del conjunto de Núñez. Gracias a él, y al sacrificio de muchos que hasta terminaron acalambrados, Boca aguantó hasta la definición desde los once pasos.
En la tanda de penales, luego siete ejecuciones para cada uno, River acabó venciendo por 5-4. Boca lo podría haber ganado antes de la 'muerte súbita', cuando Ramos Mingo estiró su pierna izquierda sin hacer mayores movimientos y tapó el penal que hubiera resultado definitivo, pero el linea decidió cobrarle adelantamiento. Después de esa situación, Petroli sacó el último penal volando hacia su derecha, tras de ganar unos pasos pegando un gran salto. Las situaciones no fueron medidas con la misma vara.
Luego de una gran temporada, la Cuarta División de Bracamonte no pudo gritar campeón y acabó cayendo frente a su clásico rival, River Plate. Los juveniles fueron dignos competidores, y la derrota no tapa la gran imagen que dejaron tanto en la primera fase como en la final.