En el debut por la Copa Libertadores, Boca no pasó del empate: 0-0 ante Monagas y un puntito con sabor a poco.
Boca puso primera en el grupo F de la Copa Libertadores. En tierras venezolanas, el Xeneize no pasó del empate ante Monagas: fue 0-0 a pesar de haber contado con situaciones claras de gol para llevarse los tres puntos. En contrapartida, el equipo de Herrón terminó con 9 jugadores por dos expulsiones infantiles de sus defensores centrales Valdez y Roncaglia.
En cuanto a las acciones del partido, en los primeros minutos el Xeneize se sintió cómodo y se hizo amo y dueño de la pelota.
La primer jugada clara llegó a los 9' y tuvo como protagonistas a Fabra y Villa: los colombianos remataron en tres oportunidades pero no pudieron vencer al arquero Mosquera.
Luego, el local emparejó la situación y a los 39' llegó la expulsión infantil de Valdez: el zaguero paraguayo y un error de cálculo fatal que terminó en un infracción hacia Basante.
En el complemento, a los 50', Benedetto tuvo la más clara del partido: el 9 recibió un centro de Ramírez, controló la pelota y reventó el palo izquierdo.
Tres minutos más tarde, Fabra desbordó y centró para Pol Fernández, que de primera, definió de volea cruzado y la pelota pasó muy cerca del palo derecho de Mosquera.
A los 67', Figal también contó con su oportunidad: la pelota del córner le quedó a Roncaglia, que remató cruzado y el ex Independiente no llegó a conectar debajo del arco.
A los 86', Roncaglia salió lejos a cortar, el pique de la pelota le jugó una mala pasada y tuvo que cortar con la mano para evitar el contragolpe rival: doble amarilla y expulsión.
Pese al contexto desfavorable, el Xeneize tuvo en los pies de Villa la última pelota para ganar el partido, pero el colombiano decidió mal y remató desviado (Fabra pasó por detrás y esperaba en el área).
¿Boca ganó un punto o perdió dos? Dada la situación, podría decirse que ganó un punto, pero el Xeneize fue muy superior a su rival y contó con situaciones claras para llevarse la victoria de Venezuela. A trabajar para corregir errores y no repetirlos: la Copa Libertadores no perdona.