La fortuna estuvo del lado de Boca, que jugó mal y cayó por 1 a 0 en los 90 por un gol en contra de Fabra, pero pasó en los penales.
Por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2020, Boca superó a Internacional de Porto Alegre por 5-4 en la tanda de penales tras caer 1 a 0 en La Bombonera y empatar el global 1 a 1.
La pasó mal el equipo de Miguel Ángel Russo. Totalmente superado, con un conjunto brasileño que le cortó los circuitos y un esquema que mostró falencias colectivas e individuales.
No fue buena la noche de los laterales, Patrick y Marcos Guilherme hicieron sufrir más de lo normal a Frank Fabra y Julio Buffarini, quien terminó saliendo. Ambos, también, se vieron perjudicados por la poca ayuda en la marca tanto de Eduardo Salvio como de Sebastián Villa.
Pero, sumado a eso, los extremos tampoco tuvieron una noche buena en ataque, todo lo contrario: Fueron los puntos más flojos del equipo.
Para colmo, Inter encontraba la ventaja en el complemento, por un infortuito despeje de Fabra que terminó metiéndose en el arco que defendía Esteban Andrada.
La pasaba muy mal Boca, que para colmo y sobre el cierre, terminó con la expulsión de Agustín Obando.
En los penales, las caras largas vaticinaban el sufrimiento que le tocaba a los hinchas desde sus casas, porque la actuación no había sido buena y para colmo, el VAR si revisó la del juvenil, pero en una situación parecida ni siquiera llamó a Roberto Tobar ante un planchazo criminal de Moisés, el lateral izquierdo del conjunto brasileño, que para colmo estaba amonestado.
En la definición por penales arrancó Carlos Tevez, quién fue el único que exigió a Marcelo Lomba con un remate que terminó despejando el arquero, y el capitán no falló. Pero si fue Edwin Cardona quien no pudo superar al portero rival en el segundo penal.
Rodinei y Edenilson hicieron lo suyo para el conjunto de Porto Alegre, pero tras la conversión de Salvio, Rodrigo Lindoso desvío el suyo y equiparó las cosas.
Fabra y Carlos Izquierdoz definieron de manera soberbia, lo mismo Yuri Alberto y Leandro Fernández, y era el turno de la muerte súbita.
Leonardo Jara no falló y le tocaba al inexperto Peglow, de 18 años, que sentenció el final del camino de su equipo en la Copa Libertadores 2020 tirando su remate afuera.
La fortuna se vistió de azul y oro, en una noche oscura desde lo futbolístico y que terminó iluminada por la mala definición de los jugadores rivales. Ahora, sin depender de la dama ingrata, Boca deberá afrontar el duelo de los cuartos de final ante Racing, primero en Avellaneda y luego en La Bombonera.