Campeón del Mundo, lleva a Boca en la piel y reconoce que, tras el paso de De Rossi, se arrepiente de no haber intentado jugar en el Xeneize.
Marco Materazzi fue la figura de la noche en el encuentro entre Italia y Francia en la recordada final de la Copa del Mundo 2006.
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El central anotó el tanto de la Azurra, pero también fue el blanco del famoso cabezazo que le propinó Zinedine Zidane. Más tarde terminaría levantando el trofeo al imponerse su equipo por penales en una noche histórica.
Materazzi, que supo destacarse en el Inter, reconoció su amor por Boca y La Bombonera en charla con TNT Sports, donde se deshizo en elogios hacia el Alberto J. Armando:
“Extraño los estadios que transmiten adrenalina, como San Ciro y la Bombonera. Hasta que no lo vivís no sabés lo que se siente en la Bombonera, es como que representás al pueblo y lo alegrás luego de un día de trabajo".
En cuando a su ex compañero de la Selección de Italia, Daniele De Rossi, el ex jugador reconoció el arrepentimiento que le generó ver como su compatriota lograba un anhelo suyo:
"Cuando lo vi con la camiseta de Boca, en la Bombonera, un poco me arrepentí. Porque con diez años de retraso podría haber jugado en Boca tranquilamente, hubiese ido gratis. Era mi sueño y una experiencia que uno debe tener en su vida”.
Materazzi también reconoció otro de sus sueños frustrados, pero por la despedida del máximo goleador de Boca, Martín Palermo:
“Uno de mis sueños era estar en la despedida de Martín Palermo. Me falta su camiseta, Tengo la de De Rossi y la de Carlitos Tevez. Igual cualquier camiseta de Boca es linda".
Y, finalizando, habló de este amor por la azul y oro que le inculcó a su hijo y el cual comparten y llevan en la piel:
"Mi hijo es hincha de Boca. Tuve la posibilidad de ir a un superclásico y fue una de las mejores experiencias que viví como hincha y como ex jugador. Tenemos un tatuaje de Boca junto con mi hijo".
La palabra completa de Materazzi: