En conferencia de prensa, Gustavo se refirió a la clasificación del equipo a una nueva final de Copa Libertadores, donde lo espera su clásico rival, River: "Llegamos muy bien".
Con Guillermo Barros Schelotto sancionado por Conmebol -el DT tuvo que ver el partido incomunicado desde un palco-, fue Gustavo, su ayudante y hermano, quién estuvo sentado en el banco de suplentes. Boca igualó 2-2 ante Palmeiras y logró el pase a la final de la Copa Libertadores, donde lo espera su clásico rival, River:
"Ya de por sí Boca-River tiene una envergadura particular. Es un partido sin antecedentes y para nosotros no deja de ser el partido que nosotros apuntamos durante todo el año poder jugarlos, los dos partidos de la final. Llegamos muy bien a la final, muy entusiasmados con resultados que se nos han ido dando respecto a lo que habíamos planteado. Debemos prepararnos para ganarla".
Fue inevitable la consulta a todo lo que rodea un partido de estas características, arbitraje, polémicas, utilización del VAR, entre otros:
"Nosotros lo que podemos hacer es entrenar al equipo, prepararlo de la mejor forma y advertirlos de los rivales. No hay nada que pueda suceder afuera de la cancha que nos pueda hacer perder el objetivo que es ganar la Copa Libertadores".
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En la misma sintonía, agregó:
"No cambia nada que el rival sea River, pero seguramente la previa va a ser distinta. Para nosotros es una final y la queremos ganar. Sabemos que es un rival difícil como todo aquel equipo que hubiera llegado a una final de Copa Libertadores. Vamos a pensar en cómo ganarlo independientemente de todo lo que pase fuera de la cancha. Eso a nosotros no nos debe alterar en nada".
Pensando en ese duelo, Gustavo fue claro sobre que aspectos debe trabajar el equipo:
"Tenemos que seguir mejorando y corrigiendo algunas cosas que creemos que así lo tenemos que hacer y potenciar las cosas buenas. Seguiremos entrenando como siempre sabiendo que por delante tenemos la final de la Copa Libertadores".
Sobre el encuentro ante Palmeiras, analizó:
"El juego fue parejo. A ellos los motivó empatar el partido para poder ir en busca del descuento. Es un mérito muy grande de los jugadores haber controlado en Buenos Aires y hoy también en San Pablo a un rival durísimo. Teníamos a Pavón por un lado y a Villa por el otro, jugadores desequilibrantes y veloces. Uno de afuera veía que había muchos espacios para marcar la diferencia. Y teníamos a Ramón (Ábila), que todo ese desequilibrio que se genera por afuera él lo iba a aprovechar por dentro".