Miguel Ángel Russo, director técnico de Boca, tomó una decisión con el plantel luego del empate ante Auckland City que terminó con la participación del equipo en el Mundial de Clubes.
El empate penoso ante el equipo neozelandés, que quedará en la historia negra por no haberle podido ganar a un equipo semi profesional, terminó con la ilusión que se generó en los partidos previos ante Benfica y Bayern Múnich por el resultado en el partido entre ambos.
Una vez concluida la participación en la competencia, Miguel Ángel Russo decidió que los jugadores quedaran liberados. La delegación de Boca dejó el estadio en Nashville y volvió al hotel en Fort Lauderdale, Miami, donde el grueso del equipo permanecerá a la espera del vuelo chárter para regresar a Buenos Aires. Sin embargo, los que quieran podrían quedarse unos días en el país norteamericano para descansar con sus familiares que se encuentran allí.

El vuelo de regreso de Boca está programado para el jueves por la noche y llegar en horas de la mañana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, ser trasladados al predio en micro y luego cada uno se dirigirá a sus domicilios.
Está pactado que el plantel regrese a los entrenamientos el día martes 1 de junio para comenzar con la preparación del primer partido del Xeneize en el Torneo Clausura. El debut está estipulado para el fin de semana del 13, por lo que tendrán dos semanas de trabajo antes del encuentro ante Argentinos Juniors que se disputará en La Paternal.

El desafío de Russo en el semestre con Boca
De esta manera, Miguel Ángel Russo tomó la primera decisión con el plantel en lo que será “la vuelta a la realidad”, tal como definió el propio director técnico, en un semestre que solo tendrá el campeonato local y la Copa Argentina, ambas competencias serán importantes para lograr la clasificación a la próxima Copa Libertadores.
Cabe recordar que el torneo local otorga una plaza por ser campeón, pero también contará con la chance via la tabla anual, mientras que la copa federal tiene un cupo para aquel que consiga el trofeo.
El DT tendrá la tarea no solo de pelear para conseguir un nuevo título para el club, que cuenta con dos chances en lo que resta del año, porque no hay definiciones de las finales adeudadas por la AFA, si no que también la misión de clasificar al equipo a la competencia continental.