Cossar: "Se exigen resultados para reclamar, cuando tendría que haber trabajo para que haya resultados"

Franco Giussani
Por: Franco Giussani
Cossar
Prensa CABJ

La pandemia del COVID-19 paró la actividad deportiva, y quiénes más lo sufren son quiénes no están profesionalizados. Cossar expuso las dificultades dentro del vóley femenino.

Mariángeles Cossar no solo es una referente del vóley de Boca Juniors, si no que ya se transformó en una referente del vóley femenino a nivel nacional. La jugadora de Las Guerreras, y la Selección, es una de las abanderadas por la profesionalización de la disciplina. Profesionalización no significa solamente mayores salarios, también implica un mejor cuidado a nivel sanitario (muchos clubes no disponen de una obra social para sus jugadoras, Boca sí), y una mejor organización para los torneos que vienen mostrando, en materia deportiva, un nivel muy alto.

-¿Cuánto falta para la profesionalización?

-"Yo creo que falta mucho. Se generó el colectivo porque queríamos tener una forma organizada de mostrar nuestro reclamo y hacer ver todo esto que ya se sabe, pero que se ignora por muchas personas que están involucradas en el vóley y otras que no y no tienen idea. Queríamos aprovechar el auge del feminismo y la “semi” profesionalización del fútbol femenino. También la clasificación que conseguimos con las panteras para los Juegos Olímpicos, porque la verdad que se exigen resultados para reclamar, cuando tendría que ser al revés, tendría que haber trabajo para que después haya resultados. Pero los resultados se dieron, así que eso nos da más espalda para hacer reclamos. Obviamente falta muchísimo y van a pasar años hasta que se profesionalice el vóley, pero nosotras queríamos arrancar con esta movida para que se produzcan cambios por más chicos que sean. Eso va a beneficiar a largo plazo a todas las chicas que arranquen a jugar al vóley".

El colectivo "doble cambio" es una iniciativa de jugadoras, ex jugadoras, directivas y personas afines al vóley femenino. Es la forma que encontraron de visibilizar sus reclamos y las dificultades que atraviesan.

Al igual que el fútbol femenino, el vóley es señalado como una actividad que no es atractiva. Ese argumento es fácilmente refutable, tanto Boca como los demás equipos que disputan la liga suelen jugar a cancha llena, e incluso en algunos partidos queda gente afuera. Por otra parte, como señala Cossar, se piden resultados para poder reclamar. Pero no se piensa en la dificultad de las jugadoras que en muchos casos no cuentan con los mejores espacios para entrenar y desarrollar su actividad. Ni tampoco hay políticas para fomentar el deporte desde la temprana edad. Sin mencionar la dificultad para vivir de ello, la mayoría de las jugadoras debe tener otro trabajo y dividir su tiempo entre trabajo, estudio, y la práctica del deporte.

La dos clasificaciones consecutivas de Las Panteras a los Juegos de Río 2016, y Tokyo 2020, son un buen puntapié para exigir mejores condiciones que conlleven aún mejores resultados.

-¿Crees que el final abrupto del torneo, y las dificultades que tuvo la Liga para manejar la situación, hubiera sido distinto con una Liga profesional?

-"Yo creo que el plan de juego, que no existe, ni los proyectos de armar ligas a largo plazo, tiene que ver con que no está profesionalizado el vóley. Lamentablemente es así, y nosotras luchamos para que se modifique. Entiendo igual también que esta situación del coronavirus es algo que tomó por sorpresa a todo el mundo y era muy difícil armar algo en base a eso. Pero considero que al profesionalizar el vóley podrían haber cosas más firmes y no que se haya dado vuelta todo porque no se sabía cómo resolver la situación".

-¿En qué momento deportivo las agarró la suspensión del torneo?

-"Nos imaginábamos que podía pasar esto, es entendible porque la verdad que no se podía jugar en estas condiciones. Y después pasan muchos meses, no sabíamos cuando volvemos, y ya está el Torneo Metropolitano. Era muy complicado. Nos agarró en un buen momento, mejorando cada vez más e invictas. Sabíamos igual que teníamos que mejorar muchas cosas, veníamos del traspié en el sudamericano con San Lorenzo, entonces era importante ir encontrando nuestra forma de juego para seguir en la Liga porque se venían rivales más difíciles. Pero lamentablemente queda trunca, nosotras entrenamos igual de la mejor forma posible para pensar en el próximo torneo que tenemos y apuntar a eso".

-¿Cómo son los entrenamientos en cuarentena?

-"Yo me divido entre Boca y la Selección, tres días a la semana hago videollamadas con la gente de Boca y otros tres con la Selección, y me quedan los domingos libres. Se hace lo que se puede, lógicamente nosotras no tenemos gimnasios en nuestras casas, hacemos los trabajos dentro de nuestros departamentos, o en los balcones. Lo llevamos como se pueda, sabemos que nos va a llevar un mes o un mes y pico ponernos a tono cuando volvamos a competir. Pero aunque sea estamos haciendo una hora de trabajo físico para sentirnos en acción, más allá de que no son la misma cantidad de horas ni el mismo tipo de ejercicios que haríamos en el club. Pero con mucha paciencia y cuidándonos de la mejor forma posible para que no se sienta tanto el cambio cuando volvamos a entrenar".

 

 

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