La FIFA confirmó que los campeones de la Copa Intercontinental, disputada entre 1960 y 2004, son reconocidos oficialmente como campeones mundiales de clubes. De esta manera, ante cualquier suspicacia Boca Juniors mantiene su herarquía eterna como tricampeón del mundo gracias a sus gestas de 1977 frente al Borussia Mönchengladbach, en 2000 contra el Real Madrid y en 2003 ante el Milan.
La Intercontinental no fue un simple partido: era el máximo desafío entre los gigantes de Europa y Sudamérica. Un duelo directo, sin margen de error, con nivel élite y con la gloria absoluta en juego. Su reconocimiento como título mundial refleja lo que siempre fue: un logro mayúsculo, histórico y de la más alta jerarquía en el fútbol de clubes.

Los 3 títulos mundiales de Boca
El Mundial de Clubes, instaurado en 2005, convive como formato posterior, pero no sustituye ni invalida la Intercontinental. El estatus histórico queda confirmado y vigente. La validación de la FIFA no hace más que ratificar lo evidente: quienes levantaron esa copa alcanzaron la cima absoluta del fútbol de clubes.

El Xeneize, tricampeón mundial, se eleva ahora con el sello oficial del máximo organismo del fútbol. Sus noches doradas en Tokio y en la Bombonera se consagran definitivamente como capítulos de gloria eterna y que no pueden borrarse, a pesar de algunos malintencionados que pretendieron ocultar la gloria obtenida por el club de la Ribera.



