Boca goleó por 4 a 2 a Libertad en el Defensores del Chaco para sellar su pase a cuartos de final. Con goles de Pavón, Zárate, Tevez y Cardona de penal, el Xeneize espera por Cruzerio.
Por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2018, Boca goleó a Libertad por 4 a 2 en el Defensores del Chaco y avanzó a cuartos de final. Con un calor infernal azotando la ciudad de Asunción, el Xeneize manejaba una tranquilidad que no debería tomarse en esta clase de encuentros. Los paraguayos, en cambio, debían buscar dos goles para forzar los penales. Las actitudes, cada una en un extremo de lo que meritaba el encuentro. La defensa sufría ante el gran partido de Óscar Cardozo y no brindaba la seguridad necesaria. Si podía empeorar el panorama, sucedió: Centro de Bareiro, Paolo Goltz que comete un error que se puede calificar como amateur y le queda a Tacuara Cardozo, quien define muy bien pese al esfuerzo de Esteban Andrada y ponía el 1 a 0. Quizás el peor momento del partido hizo confiar al contrincante, porque tras una perdida de Arévalo Ríos, Mauro Zárate toca con mucha clase para Darío Benedetto. El Pipa elude al arquero y al quedar larga la pelota tras la gambeta, llega Cristián Pavón para poner el empate.
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Ese gol generó un segundo aire, una ráfaga que marcó el camino al segundo del conjunto azul y oro: Otra recuperación ante Ríos, de Wilmar Barrios que recibe Benedetto. El 9 que en la Libertadores viste la 18 habilita a Zárate, que con una gran definición pone el 2 a 1.
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Impensado, porque de no ser por Barrios y su gran labor en la recuperación, todo hubiera sido totalmente cuesta arriba. No hubo mucho más, con un mediocampo que no podía agrupar y una defensa que dejaba muchas incertidumbres a excepción del correcto, pero no sobresaliente, partido de Emmanuel Mas. El resto, responsables de la mala actuación y pésima salida desde el fondo. A los 37 minutos, Leonardo Jara cometió un penal que a primera vista parecía claro y con una muy mala respuesta ante una jugada que no era tan riesgosa como para cometer esa infracción. Cardozo cambio por gol y ponía un 2 a 2 que no preocupaba por la diferencia de los dos goles en condición de visitante, pero con lo que se veía en cancha daba miedo.
El complemento tuvo una mejora de actitud, pero que no alcanzaba para frenar a Libertad. Iván Franco manejó los hilos y volcado a la su izquierda, tuvo total libertad para atacar ante la floja respuesta de Jara. La presencia de Barrios se imponía y Andrada trabajó más de lo normal para contrarrestar todo lo que venía por arriba, pero las malas entregas nuevamente ponían en jaque el desarrollo. El fútbol no tiene lógica ni se merece, es para los que aprovechan las situaciones y por eso, el marcador no reflejó lo que pasaba en todo el transcurso. Así llegó el tercero: Cuando menos merecía, el Xeneize se encontró con un tiro libre en los pies de Edwin Cardona, que con un gran centro encuentra a Lisandro Magallán, flojo junto a su compañero de zaga, Goltz, que habilita a Carlos Tevez para que convierta el 3 a 2.
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Derrotado, Libertad no propuso con la misma intensidad y dejó caminos libres. Así, nuevamente, se encontraba el conjunto argentino encontró otro tanto en el marcador: Nahitan Nández controla, busca espacio para el remate y le cometen una clara infracción. Penal que cae en los pies de Cardona y el 10 colombiano cambia por gol, definiendo por encima del arquero con toda la clase que puede aportar un jugador de jerarquía.
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Boca cerró una llave que en La Bombonera parecía ser que iba a ser sencilla, pero el recorrido hacia la vuelta demostró que hay mucho por corregir. Libertad no estuvo a la altura, pero complicó y dejó en evidencia que la Copa Libertadores no perdona, es traicionera y tiene un recorrido más corto que los torneos locales. Ahora se viene Cruzerio, que tampoco es el mejor del torneo pero que, de repetirse lo de hoy, podría culminar el sueño de lograr la séptima conquista de América.