El médico del Xeneize, Jorge Batista, relató el episodio que vivió junto al plantel en su llegada al Monumental. Además, aseguró que sufrieron nuevas agresiones camino al sanatorio.
Y los relatos escalofriantes de la agresión que sufrió el plantel de Boca en su llegada al estadio Monumental no cesan. Ahora fue el turno del médico de la delegación Xeneize, Jorge Batista, quién contó más detalles de la llegada del equipo al Monumental:
"Cuando pegamos la curva (a Quinteros) estaba en el tercer asiento, y el primer piedrazo lo recibimos nosotros, por eso tengo unas escoriaciones en el brazo. Saltan los vidrios y me raspa. Y cuando pegamos la vuelta, empiezan los gritos. Uno se asusta un poco porque estábamos encerrados en un micro donde había jugadores que no podía respirar, otros con tos y vomitando. Si te digo quien tiró el gas te miento, porque no estuvimos mirando".
Además, en diálogo con TyC Sports, agregó detalles sobre la situación de los jugadores adentro del vestuario de River:
"Teníamos a Gago con los ojos y labios hinchados, es muy alérgico, Almendra prácticamente no podía respirar y Pavón vomitando. Entraron tres médicos de CONMEBOL y cuando ven la situación, que era caótica, nos dijeron que nos quedemos tranquilos y que se podía hacer una excepción de uso de medicamentos terapéuticos por la situación que estaban pasando los jugadores. Me pidieron que haga una nota".
Consultado por el lugar donde apedrearon al micro fue una zona liberada, sostuvo:
"No puedo decir que fue una zona liberada, pero lo que puedo decir es que se perdió el respeto por la autoridad, la educación. Estamos en un problema serio de sociedad".
Para terminar, confesó que -lejos de calmarse los ánimos- volvieron a sufrir agresiones en su camino al Sanatorio Otamendi:
"Iba en la ambulancia con Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, la médica de la ambulancia y el chofer. Recibimos tres impactos, uno muy fuerte, que nos agachamos todos porque pensamos que era un tiro. Se lo dije a Gribaudo y Angelici, busquen y periten la ambulancia. Tiene que tener el golpe de los piedrazos que nos tiraron cuando salimos del vestuario".