Angelici habló de las secuelas tras la dura derrota en Madrid ante River, así como también analizó su gestión, la cual finalizará en diciembre de 2019.
Transitando el último año de su mandato, Daniel Angelici habló en Olé sobre su gestión. Este último tramo que dará fin a 8 años de mandato (Ganó las elecciones en 2011 y fue reelecto en 2015), tiene como el mayor fracaso deportivo la final de la Copa Libertadores 2018 ante River en Madrid.
El Tano, quien dejará su trayecto como dirigente de Boca, destacó el desgaste de lo que significó su arribo como presidente en 2011 hasta el día de hoy:
«Me dieron el orgullo y el honor de ser el presidente de la institución más grande de América, el club al cual amo, y he venido a trabajar con muchas ganas y lo haré hasta el último día. Te consume un club como Boca, en el que tenés que estar siempre al 100%. Hace siete años que no voy a mis empresas y muchas veces me privé de irme de vacaciones con mi familia porque estaba el libro de pases abierto»
Llegado el momento de analizar su gestión, destacó que cuando deje el cargo, lo hará con ‘tranquilidad’:
«Me voy tranquilo. Porque más allá de no haber podido ganarlas, hemos llegado a las finales de dos Copa Libertadores. Y es complicado llegar hasta ahí.No creo que lograr la Copa me hubiera hecho el mejor presidente. Y por no haberla ganado, creo que tampoco soy el peor. Fui un presidente que trabajó honestamente, con errores y acierto, y que no utilizó nada de la institución para beneficio personal»
A la hora de responder a los insultos recibidos en los últimos encuentros que el Xeneize jugó de local, Angelici remarcó que lo toma con naturalidad tras el resultado adverso en la final ante el rival de toda la vida:
«El dolor de no haber ganado la final justo contra tu clásico rival es grande. Y entiendo que el hincha, no todos, pero una parte que viene a la cancha, tiene que canalizar esa bronca con alguien físico. Y ese alguien físico soy yo. Y está bien que así sea. No me gustaría que vengan a insultar a los jugadores o a un cuerpo técnico, prefiero que me insulten a mí, porque soy el que tengo la mayor responsabilidad. Si bien no entro a la cancha y no pateo tiros libres, ni cabeceo, entiendo que soy la cabeza del club. No me gusta que me puteen, pero lo tengo que aceptar»
Y, finalizando, reflexionó sobre lo que arrastra el fútbol argentino y como se lo toma en el club más grande del país:
«El fútbol es sinónimo de exitismo, pero muchos hinchas me valoran en la calle tener el club ordenado económica y financieramente, así como las obras que hicimos. Faltó algo que yo estaba convencido que con trabajo e incorporando buenos jugadores íbamos a lograr, que es la Copa Libertadores. Y no lo hemos logrado»