La tercera fue la vencida: Ameal perdió en 2011 y en 2015. En 2019, se convirtió en el Presidente más votado de la historia de Boca y del fútbol argentino.
Jorge Amor Ameal es el nuevo Presidente de Boca Juniors y ello marca un cambio de era. Con Juan Román Riquelme como ancho de espadas, el PRO perdió una elección en Boca luego de 24 años consecutivos de victorias. La campaña de difamación que el oficialismo llevó a cabo, con mentiras y agravios, solo resultó en una paliza para ellos. El hincha es inteligente, y lo subestimaron.
Riquelme fue la llave. El máximo ídolo de la historia de Boca pidió que la gente se acerque a votar, y vaya que le hicieron caso: 38.363 personas sufragaron. Record absoluto para el club, y para el fútbol argentino. "Vayan temprano", agregó a su solicitud para los hinchas, y a las 8 de la mañana ya había colas de una cuadra para ingresar a la carpa donde se encontraban las mesas. Román convirtió a Ameal en el Presidente más votado en la historia de Boca, con 20.071 votos (53%), 8.498 más que Gribaudo, quien consiguió 11.573 sufragios (30,5%).
"Estuvo nervioso todo el día, caminaba de acá para allá en el bunker", nos comentó la gente del espacio de Ameal. El diez sabía que la gente no le fallaría y estaba por volver al club de sus amores. Román estuvo desde temprano, tal y como prometió, en la base que montó Identidad Xeneize en la terminal del colectivo 53 en Irala y Aristóbulo del Valle. Allí también recibió a los hinchas, que hicieron guardia en la puerta para cuando se dirigiera a votar. Él los abrazó a todos, les pidió que se organicen, hicieran una cola, y se sacó fotos con cada uno de ellos.
La mañana comenzó con el enojo de los candidatos de Identidad Xeneize por algunas irregularidades. Pero pasadas las horas, con las noticias que iban recibiendo, todo se transformó en buen humor. La votación arrancó pasadas las 9, porque faltaban fiscales. Minutos después, un Carlos Aguas exaltado, en tono barrabravesco, comunicaba que el sistema se había caído pero que de todas formas continuaría la votación. Los comicios también se detuvieron algunos minutos por "falta de sobres". Algunos socios incluso alcanzaron a grabar como se abría una puerta clausurada, y por allí se le daba carnets a personas para que puedan votar.
El momento cúlmine de la tarde, sin dudas, fue cuando Román finalmente emitió su voto. "Riqueeeelme, Riqueeelme" fue el grito que escuchamos todos desde el búnker preparado para la prensa. Salimos corriendo y lo que vimos era inimaginable. Riquelme estaba rodeado de cientos de personas, que saltaban y cantaban por él. El diez se sumó al pogo y la gente enloqueció.
El conteo de votos arrancó con polémicas que no pasaron a mayores. Se rompió la faja de una urna, y la gente culpaba a la barra. Al mismo tiempo, llegaban más denuncias de irregularidades y la seguridad, que había cerrado el ingreso hacia el club, daba pase libre a la 12. Durante todo el escrutinio los muchachos estuvieron allí, expectantes.
Primero se escrutaron las mesas del interior, que mostraban una elección voto a voto. Pero la locura se desató cuando llegó el conteo de las mesas de damas, la diferencia que hasta ese momento era de unos escasos 300 votos a favor de Ameal-Pergolini, se convirtió en una de más de 1000. Las mesas de activos arrojaron resultados similares en su mayoría, no así las de vitalicios que optaron en su totalidad por Gribaudo. "Vamos a reformar el estatuto para que la mujer tenga más participación", aseguró más tarde en una breve rueda de prensa Jorge Ameal.
Las chicanas del oficialismo también tuvieron lugar durante la elección. "Riquelme se piensa que es él el candidato a Presidente", aseguró Juan Carlos Crespi en diálogo con La Número 12. Con tensiones a flor de piel entre el espacio de Gribaudo y el de Ameal, la oposición de José Beraldi se presenta ahora como una nueva opción más sensata. Crespi y Pergolini estuvieron a punto de cruzarse en el stand de La Número 12 en un saludo que no fue, y seguramente no hubiera sido. Sí lo hicieron el vicepresidente electo y Rodolfo Ferrari.
Los constantes desafíos de Daniel Angelici, Crespi, y el mismo Christian Gribaudo, fueron respondidos por Ameal cuando el candidato oficialista se acercó a reconocer la derrota. Eran al rededor de la 1:45 de la madrugada, y con 90 mesas escrutadas, la tendencia era irreversible: Ameal sería presidente. Por la puerta del la cancha donde se había instalado la pantalla gigante para seguir el conteo ingresó Gribaudo, que cuando intentó felicitar a Jorge, recibió una respuesta más que tajante por parte del Presidente electo:
G: "Cuenten conmigo para lo que necesiten".
A: "No, no. Yo seguro que no".
G: "Se terminan los antagonismos".
A: "No. Primero hay que ser serios".
G: "Yo vengo a hacer lo que siento, saludar al que pienso que puede ganar".
A: "¿Pienso? Nosotros hemos ganado. Y la gente les respondió a ustedes".
G: "Acabas de ganar una elección, tenes que estar contento con la gente que te votó, no estar enojado con los que no".
A: "No, estas equivocado. Ustedes no representan a los que no nos votaron".
Gribaudo se dio media vuelta y se fue sin decir una palabra más. Ameal fue aplaudido y ovacionado por la escasa gente que aún continuaba en el recinto.
El momento de tensión completo entre @AmealJorgeAmor y @GribaudoC pic.twitter.com/xYk262LT7c
— La Número 12 (@lanumero12comar) December 9, 2019
La noche finalizó con una postal que quedará para la historia. Ameal y Pergolini fueron a hablar y caminar por las vías linderas a La Bombonera. Los nuevos presidente y vicepresidente del club terminaron abrazados, mirando al horizonte, rememorando la frase que pronunciaban en campaña: "Vamos a entrar todos juntos abrazados por Brandsen 805".