Por el postergado de la 15° fecha de la Superliga, Boca cayó ante Atlético ucumán por 2 a 1 en La Bombonera y quedó muy lejos en la pelea por el título.
El equipo de Gustavo Alfaro, con un marco importante del hincha que se hizo presente un día de semana por la noche, debía ganar para no perder las esperanzas de pelear la Superliga. El rival, con chances también, jugaba su partido para asegurarse un lugar en la Copa Libertadores. En este contexto, con intensidad y poco juego, claras fallas individuales que hicieron cuesta arriba llevar la idea del entrenador, el Xeneize padeció.
Cuando más buscaba presionar el arco defendido por Christian Luchetti, la visita aprovechó un descuido por la banda izquierda y tras las pifias de Lisandro López, Julio Buffarini y Esteban Andrada, llegó el primero de Gervasio Núñez a los 8 minutos del comienzo del encuentro. La desventaja aceleró el trámite y convirtió el partido en un golpe por golpe. Lejos de encontrar el arco de Luchetti y con la floja actuación de Ramón Ábila, el Xeneize no generó peligro alguno. Y los tucumanos pudieron arruinar el panorama de cara al segundo tiempo, pero no calibraron la mira para suerte de Alfaro y compañía.
El complemento, desde la tribuna y con el ingreso de Mauro Zárate, trajo más intensidad. Con insistencia y poco juego, como si el que empujara más fuera el primero que llega al gol, Boca pareció aprobar en esta materia: Habilitación de Carlos Tevez, quien estaba generando una buena sociedad con Mauro Zárate, para encontrar a Ramón "Wanchope" Ábila. El delantero ganó por empuje, tuvo torpeza y gran cuota de suerte, esa que tienen los goleadores, para llegar al transitorio empate a los 16 del complemento.
De ahí en adelante el encuentro terminó siendo una moneda al aire: Cara, el Xeneize encuentra el gol de la ventaja con toda la carne al asador, ya que terminó con un 4-2-4 con Pavón, Ábila, Benedetto y Zárate. Seca, Atlético Tucumán aprovechaba un contragolpe o error. Salió seca: Grosero pase de Nandez en busca de Pipa, contra letal del Decano, Izquierdoz endeble con otra pérdida, un rebote en López y la victoria en los pies de Barbona, que definió con categoría ante la salida de Andrada a falta de 20 minutos para el cierre del cotejo. Ay Boca...
No hubo mucho más, Germán Delfino fue grotesco, se le escapó el partido y despertó un nerviosismo que estalló en una trifulca en el área de un resentido Luchetti. Se le escapó la chance de pelear al Xeneize, que no estuvo a la altura de su gente, nuevamente. Ahora, a buscar una cómoda posición para clasificar a la Libertadores. Chau Superliga, hola descompresión en el campeonato local. Deberá ser el disparador para encontrar el juego, a un once sólido y experimentar sin esa presión a la que deberían estar acostumbrados. Se viene la Copa Libertadores y Boca tiene la misma obligación de siempre: mínimo, llegar a la final.