Argentina cayó ante Croacia por 3 a 0 en la segunda fecha del Grupo D y complicó demasiado la clasificación. Deberá esperar a mañana y prenderle velas a Nigeria.
Por la segunda fecha del Grupo D de la Copa del Mundo de Rusia 2018, Argentina cayó goleado por 3 a 0 ante Croacia. El partido fue el que se anunció en la previa, ambos equipos con varias figuras y claras mermas colectivas. No fue el partido ideal ni mucho menos, los croatas entendieron como frenar y anular a Lionel Messi y, como siempre, sus compañeros jamás entendieron como ayudarlo o intentar hacer ellos las cosas. No hubo grandes situaciones ni actuaciones salvo en las pinceleadas que nos ofrecia Luca Modric. El jugador del Real Madrid manejó a gusto la pelota y fue el más inteligente sobre el campo de juego. Pero promediando la media hora, estuvo la jugada que podía cambiar todo el partido: Marcos Acuña presionó, recuperó y la pelota le cae como una bendición a Enzo Pérez, el hombre de River, con el arco solo, hizo lo más difícil y la terminó mandando afuera. Nos agarramos todos la cabeza, no los podiamos creer y para colmo, Croacia avisaba con Mario Mandzukic, quien por suerte también falló solo.
Así, con la sensación de que no estabamos bien pero que podía pasar algo, los jugadores se fueron al vestuario. Sin cambios pero con con la misma situación, arrancó el complemento. Poco después de empezar, sucedió lo peor: Wilfredo Caballero tuvo todo para despejar la pelota, pero decidió tocar en corto con Gabriel Mercado con un pésimo pase que le dejó servido el gol a Ante Rebic.
Desbordado, roto, así quedó el equipo de Jorge Sampaoli. El técnico, responsable por no encontrar el rumbo, también pifió con los cambios. Sorpresivamente sacó a Sergio Agüero, que si bien no tocó la pelota en el final de la primera parte y en la segunda, no parecía ser un cambio cantando. El ingreso de Gonzalo Higuaín parecía ser una solución que tampoco se veía potable. Cristián Pavón, nuevamente, ingresó bajo la responsabilidad de buscar al Pipa, en lugar de Eduardo Salvio que era la mejor carta de ataque por derecha. Finalmente, se decidió por Paulo Dybala para sacar a Pérez, quien no estaba bien ni física ni técnicamente.
Croacia lo asesinó, lo terminó de sepultar. Modric, con un golazo de afuera del área y cuando no había que recibir más y tratar de encontrar el descuento, Ivan Rakitic sentenció la paliza.
Duele, te quita todas las esperanzas y, como se dan las cosas en este extraño Mundial, parece que nos sentimos con un pie afuera. Prenderemos velas, ellos tendrán que trabajar y habrá que rezar para poder clasificar a octavos.