Argentina y Uruguay empataron 0 a 0 en Montevideo en lo que fue un duelo clave. Benedetto estuvo en el banco de suplentes.
Debut oficial de Jorge Sampaoli al frente de Argentina. En Montevideo y ante Uruguay, era una prueba que se debía superar para volver a sentirse candidato no solo de cara a la clasificación, sino también pensando en Rusia 2018.
Lejos, muy lejos, estuvo la Albiceleste de mostrarse como un favorito. La gente depositó sus esperanzas en un tridente renovado, con delanteros top en el fútbol europeo como Paulo Dybala y Mauro Icardi y acompañados por el mejor jugador del mundo: Lionel Messi. A simple vista, el 10 de Barcelona fue el único que buscó ganar el partido, el 9 del Inter lejos estuvo de hallarse de cara al arco y la estrella de la Juventus jamás hizo pie en cancha.
El mediocampo, quien tuvo a Lucas Biglia y Guido Pizarro (La novela del mercado de pases de Boca) se encargó en todo momento de bajar intensidades y Ángel Di María nunca estuvo fino a la hora de buscar a los centrodelanteros, siendo el peor jugador de la cancha para el seleccionado. De está manera, sin gravitar en ofensiva salvo por las ganas del capitán y bandera del equipo, se dejó pasar una chance enorme, ya que Chile cayó en Santiago ante Paraguay por 3 a 0.
Ni la falta de llegadas al arco de Fernando Muslera hicieron que el técnico busque al último goleador del fútbol argentino entre los suplentes, Darío Benedetto. Parece que el enorme presente del Pipa no es suficiente para que sea la variante del hombre del conjunto de Milán, quien estuvo incomodo en la cancha y pedía un cambio a gritos.
Así, Argentina sigue con 23 unidades en zona de repechaje y Chile, con la misma cantidad de puntos, esta arriba por la diferencia de gol que le saca a nuestra selección. Ahora a cambiar el chip y pensar en Venezuela, donde se necesitará una victoria para que no empiecen las dudas.