Sabor a poco en La Boca. Lo iba ganando por un gol de Villa de penal, pero una distracción le terminó dando el empate a River. En el final, el Xeneize se salvó de milagro.
En La Bombonera, Boca y River empataron 1 a 1 por la quinta fecha de la Copa de la Superliga.
El equipo de Miguel Ángel Russo tenía la parada más brava hasta el momento. La ausencia de Edwin Cardona y la presencia de tres centrales anticipaba la estrategia del técnico.
En frente, Marcelo Gallardo, con el peligro que implica su once, el cual presionaba como uno esperaba, y molestaba la salida.
Los Millonarios tenían la posesión, dominaban pero el bloque azul y oro respondía bien el tramo final, despejando peligro del arco de Esteban Andrada.
Una mala salida del arquero de Boca con una pinchada de Nicolás De la Cruz podía haber abierto el marcador, pero Lisandro López se jugaba la vida para despejar.
Luego Franco Armani le sacaba al gol a Carlos Tevez, quien definía tras una gran apertura de Gonzalo Maroni para Fran Fabra, quien había sacado el centro.
De una salida de Carlos Zambrano, que antes había sido amonestado y no demostraba seguridad, terminaba en un taco de Tevez para una pasa de Nicolás Capaldo, quien entraba al área y terminaba consiguiendo un penal ante la infracción de Paulo Díaz.
Sebastián Villa lo cambiaba por gol y abría, justamente, el marcador en el mejor momento del Xeneize.
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— La Número 12 (@lanumero12comar) March 14, 2021
En el complemento, ambos mantuvieron las ideas. La de Boca era clara, contragolpe letal comandado por la inteligencia de Tevez. River, por su lado, era el de siempre.
La falta de efectividad se hacía presente, ya que el rival castigaba una distracción de Zambrano y López, con un centro de Fabricio Angileri y posterior cabezazo de Agustín Palavecino.
Al conjunto azul y oro, para colmo, le tocaba aguantar tras la expulsión del peruano por doble amarilla, ambas que recibía por dos codazos evitables.
La cosa terminaba emparejada, ya que Milton Casco, en un tramo de furia, terminaba con una expulsión por dos amonestaciones.
Quedaba tiempo para un milagro más, porque lo podía ganar River con el cabezazo de Paradela y el efecto que tomó hizo que Andrada no la controle, pero como si no hubiera querido, la pelota picaba y desviaba su trayecto hacia la línea de gol. Milagro, si.
Difícil analizar cuál de los dos se lleva una mejor sensación de La Bombonera. Lo cierto es que por errores individuales, Boca termina recibiendo un empate que podría tomarse injusto.