Tevez: “No nos podemos relajar”

Es redundante decirlo. Pero, sí. Lo sabes vos, yo y todo el fútbol argentino. En Avellaneda, cuando se juega el clásico, lo único “ídem”, es el resultado. Independiente le ganó a Racing jugando como hace bastante no lo hacía. Presencia de lujos y buen fútbol, con rendimientos altísimos en el 90% de los jugadores que pisaron el Libertadores de América.

Desde el inicio del juego, se notó que los futbolistas del “Rojo” se tomaron el partido en serio. Las luces tardaron en prenderse, pero la actitud no faltó nunca. Y, obvio, pasaron cosas que siempre suceden con estos muchachos. Por ejemplo, que futbolistas como Pellerano, Toledo y Tagliafico sean figuras. Los laterales, que venían siendo decepción, repitieron esa versión que supieron mostrar en Banfield y por la que llegaron a este club. O también, por qué no, que el mismo equipo haya sido figura, ya que desde la llegada de Pellegrino no se había jugado un solo encuentro de buena manera.

Fueron vitales las actuaciones tanto de Jorge Ortíz, quién se comió literalmente la cancha, y de Jesús Méndez. Este último, convirtiendo ese golazo de tiro libre que emocionó a todos.

Párrafo aparte para Martín Benítez que la rompió y abrió el marcador. El misionero se vistió de Kun Agüero, Rolfi Montenegro o Pocho Insúa, por solo nombrar a algunos de los ofensivos que volvieron locos a estos pequeños en los últimos años.

La historia la terminó liquidando “Viruta” Vera que demostró que un nueve, puede hacer mucho más que solo empujarla en la línea.

En fin, esto que pasó hace unas horas no sorprende porque lo vimos mil veces y lo seguiremos viviendo lo que nos reste. Solo queda esperar que el rendimiento mostrado, no haya sido solo por la camiseta que estaba enfrente y se sostenga en el tiempo. Para, terminar el campeonato como corresponde y aumentar las chances de volver a levantar una Copa.

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